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domingo, 1 de marzo de 2009

Retrospectiva de la saga Rayman


Aunque no se vea, os está haciendo un calvo

Rayman es una de las pocas grandes sagas de plataformas que "sobreviven" en la actualidad. (Quién me iba a decir a mí que el que fue el género estrella de los videojuegos iba a terminar sobreviviendo a duras penas en parte gracias al irreductible (¿por galo?) Rayman).

Fue creado por Michel Ancel, de UbiSoft, sí, el que fue investido en Francia como Caballero de las Artes y las Letras junto a Miyamoto y Fréderick Raynal (el de Alone In the Dark). Todos sabemos lo que Miyamoto, ese niño grande, ha hecho por los videojuegos, y que es merecedor de todos los títulos que se le pudieran dar, pero si Ancel y Raynal han recibido la misma condecoración es porque a los gabachos les encanta barrer para casa, para ellos sus productos son intocables y los mejores de le monde (ahí tuvimos a Chirac defendiendo a una Ubi independiente cuando EA la intentó comprar).

Y es que Rayman es un personaje que goza de una gran popularidad allí en nuestro país vecino, de hecho se llegaron a comercializar sellos de correos con imágenes de los personajes de la saga, y también se creó una serie de animación por ordenador sobre el tipo con nariz de berenjena. He leido ya en varios sitios que allí Rayman es tan popular o más como Mario, no sé hasta qué punto será cierto...

Aunque muchos pudieran pensar que Rayman se dio a conocer en PSX y Saturn, realmente fue en la menos popular Jaguar, hace ya la friolera de 14 años.

El primer Rayman es un juego de plataformas en 2 dimensiones ambientado en un mundo de atrevido diseño, que no deja indiferente a nadie.

Controlamos a un tipo desmembrado que ataca lanzando a quemarropa sus puños contra los malos, que puede volar con su flequillo, por estrafalarios escenarios como un mundo hecho de gomas de borrar, otro en el que las notas musicales que despiden unos saxofones con mala leche son afiladas y letales como cuchillas, una montaña cubierta de helado de nata, un bosque en el que surfeamos sobre ciruelas y montamos a lomos de un mosquito beodo...¿cómo no va a llamar la atención el jueguecito?

Ésta ambientación tan distintiva la completan unos personajes (tan poco musculados como Rayman) como el hippy que nos deleita con un genial solo de guitarra mientras Rayman aprende a volar, la excéntrica Betilla, el hada tras cuyo secuestro se lanza Rayman a la aventura, o, por citar a uno de los cachondos jefes finales, la mamá astronauta que nos ataca con un rodillo de cocina mientras protege su lavadora.

La verdad es que el primer Rayman es un juego desafiante. La barra de energía es muy ajustada, y los enemigos nos arrebatan una buena parte con cada impacto. Los trofeos que otorgan vidas extra están en lugares muy esquivos, tanto que se pueden perder varias vidas intentando llegar hasta ellos... (qué cabreos me pegaba yo en mis tiempos cuando me pasaba ésto). Además no se puede guardar a mitad de un nivel, sino en ciertos puntos del mapa principal.

Otra característica del juego que hace subir varios enteros la dificultad es su sistema de activación de eventos, un poco desconcertante. Para que ciertas plataformas se activen, o aparezcan ciertos ítems, por ejemplo, hay que recoger unos objetos, con forma de pequeños destellos de luz casi invisibles. Así, puede que lleguemos a un callejón sin salida, y tras tocar un destello invisible junto a la pared hagamos aparecer una plataforma que nos saque de allí, o que activemos otro evento que haga surgir de la nada varios enemigos... (muchas veces sin querer, ya os digo que son bastante difíciles de apreciar)

Por ello no es raro que a veces demos vueltas sin saber dónde ir, y nos toque pegar la vista a la pantalla para encontrar el destello de luz que sabemos TIENE que estar en algún lado, y que activa una plataforma. Imaginaos, que incluso hay jaulas (objetos coleccionales imprescindibles para poder entrar al último mundo) que están al principio del nivel y sólo aparecen tras tocar un punto invisible a mitad del mismo... (de lo cual no nos avisan, así de cruel es el diseñador de niveles).

El juego es complicadillo, pues, las vidas escasean y para más inri se conservan partida tras partida (yo ya estaba acostumbrado a empezar cada sesión de juego con 0 vidas), hay ciertos aspectos de diseño cuestionable que ya he comentado, pero los personajes tan simpáticos (y raros, que lo son un rato), los mundos tan poco tópicos (no hay nieve, fuego, agua y desierto en
éste juego, y no hacen falta) y sobretodo la cantidad y variedad de retos y secretos consiguen que te piques y continúes jugando.

De los gráficos destaco los sprites de los personajes, grandes y detallados, especialmente los de Rayman y los jefes finales. Todo el juego es muy colorido, llama bastante la atención, mientras que la música no es nada del otro mundo, personalmente me parece algo estridente.

Hay muchos niveles, jefes hipervitaminados, bastante rejugabilidad pues hay que superar varias veces los niveles para encontrarlo todo y llegar al final... unas 20 horas bien puede llevar conseguirlo todo. Teniendo en cuenta que el juego se puede encontrar nuevo por 6 euros en versión PC (es de la gama Codegame), lo considero una muy buena inversión para los que gusten de un buen juego de plataformas.



Qué bodito, ¿eh? Pues os arrancaréis muchos pelos hasta terminarlo...

Intentad jugarlo si no lo habéis hecho ya, destaca entre la marabunta de plataformas 2D de los 90. Como curiosidad, deciros que Rayman fue el juego más vendido de PSX en Reino Unido. Sí, ¡más aún que Gran Turismo!

Años después, en 1999, después de que Super Mario 64 sentara las bases de los juegos en 3 dimensiones, y también después de que decenas de juegos malinterpretaran la recogida de estrellas como símbolo de los retos superados y añadieran ítems, ítems y más ítems pensando que cuantos más hubiera que recoger mejor sería el juego, llegó la que sería la primera secuela "real" de Rayman, tras varios juegos "educativos" tipo pintar y colorear para PC.

Rayman 2 llegó a Nintendo 64 (saldría también en Playstation, Dreamcast, PC y PS2 más tarde) con un apartado gráfico renovado y completamente en tres dimensiones.

Sí, hubo docenas de plataformas 3D a finales de los 90, muchos fallidos clones de Mario 64 con horribles sistemas de cámara y escenarios amplios por los que dar aburridas vueltas cogiendo ítems, pero Rayman 2 The Great Escape conservó la jugabilidad clásica de Rayman, la de ir superando niveles para avanzar al siguiente, sin más, aprovechándose de la mayor libertad que ofrecen las 3 dimensiones a la hora de explorar, pelear, crear más inmersión para el jugador...

Un mapa conecta las diferentes fases, que vamos abriendo conforme superemos las anteriores, saltando, derrotando enemigos, resolviendo pequeños puzzles, superando minijuegos... La variedad de niveles es alta, desde idílicos bosques con mariposas revoloteando hasta playas, templos, volcanes, barcos piratas, mundos de pesadilla...

El mundo de Rayman 2 parece sacado de un cuento de hadas, con lugares tan desconcertantes como imaginativos (el Techo del Mundo, por ejemplo), y hay una progresiva transición de niveles preciosistas como los bosquecillos a otros más oscuros como las catacumbas, conforme el argumento avanza y los piratas se van adueñando del mundo.

Argumento que cuenta cómo una horda de piratas mecánicos comandados por el infame
capitán Razorbeard (Barbaguda en la versión española) llegan al mundo de Rayman y secuestran a sus habitantes, incluyendo al protagonista y a su mejor amigo el inocente Globox, que hace su primera aparición. Rayman consigue escapar de su prisión, para descubrir después que además los piratas han dañado el corazón del mundo, y que sólo recuperando los mil Lums (una especie de esferas luminosas) que están repartidos por el mundo podría repararse el daño que han hecho. Además, Rayman necesitará ayuda divina para poder derrotar a sus enemigos, y ésta sólo se la puede proporcionar el dormilón dios Polokus, que sólo se despertará si se reúnen cuatro legendarias máscaras.

Así pues, Rayman tiene mucha tarea por delante, y a lo largo de los niveles tendremos que liberar personajes cautivos en jaulas, buscar todos los Lums que podamos (hay mil, sí, un millar en el juego, y nos van pidiendo cierta cantidad para acceder a los templos donde están las máscaras), pero aunque hay jaulas y lums bien escondidos, el desarrollo no se basa en la recolección sino en la superación de retos y la derrota de enemigos.

Para hacer frente a tantos peligros, Rayman irá adquiriendo poderes a lo largo del juego, de manos del hada Ly. Sumándose a clásicos como el vuelo flequillero del protagonista o la habilidad de engancharse y balancearse en determinados lugares, podremos lanzar esferas de energía como ataque principal (sustituyendo al lanzamiento de la primera entrega), nadar y bucear, montar en un cohete salvaje que primero tendremos que domar (sí, habéis leído bien)...

El sistema de combate utiliza un sistema de targeting similar al de los Zelda en 3 dimensiones, pudiendo fijar la cámara en un enemigo y desplazarse alrededor de éste, para producirse luego el intercambio de disparos (en Rayman 2, como ya he comentado, Rayman ataca lanzando bolas de energía, por lo que podemos atacar desde una distancia segura sabiendo que nuestros ataques siempre van a dar en el blanco y proporcionándonos más margen de maniobra para evitar disparos enemigos).

Pese a éstas facilidades, la cámara va a darnos algún problema que otro, tanto en combates contra varios enemigos a la vez, como en zonas de habilidad o especialmente bucando. Sin resultar terrible, el sistema de cámaras no es perfecto ni mucho menos, costándonos alguna que otra caída a un abismo sin fondo.

En Rayman 2, sin embargo, no hay un contador de vidas, sino que es la barra de energía la que marca el límite de veces que podremos continuar. Perdemos energía al recibir ataques, pero también al caer en lava o fuera del escenario, reapareciendo en el último punto de control, pero conservando la energía. Un sistema que funciona bien, pues nos empuja a buscar lums verdes y a eliminar enemigos, que nos permitirán recuperar porciones de salud, y así tener más posibilidades de seguir en pie hasta el final de la fase. Además, según vayamos encontrando Lums nuestra barra de salud aumentará de tamaño, para poder hacer frente a los cada vez más complicados retos.

El juego es retante, pero la dificultad está bien ajustada, pese a que la cámara a veces complicará algún salto, el control del personaje responde bien en general, aunque quizás el control del cohete o el de Rayman al bucear requieran un poco más de práctica. Hay bastantes zonas de saltos y habilidad, varios jefes finales, minijuegos, un poquito de exploración... mucha variedad de retos, ni muy sencillos ni muy complicados, que dan para unas 15 horas de juego, más aún si queremos encontrar todos los lums y jaulas ocultos.

En cuanto al apartado gráfico, es muy sólido, y uno de los juegos más vistosos de cada una de las plataformas para las que ha salido (especialmente N64 con el Expansion Pack y Dreamcast, o en la versión mejorada para PS2 que saldría más adelante). Los escenarios son amplios, sin niebla, muy coloridos, con buenos efectos de luz y con un framerate bastante estable. La música no está mal, no destaca pero tampoco molesta y ambienta bien, y los efectos de sonido son aceptables sin más. Lo más destacable del apartado sonoro son las voces de los personajes, que están habladas en el idioma del mundo de Rayman, y vienen a ser una especie de balbuceos muy simpáticos, al menos al principio.


Snif, qué recuerdos...

En general Rayman 2 fue un buen salto a las 3 dimensiones, y uno de los pocos juegos de plataformas que mantienen ese esquema lineal de niveles, demostrando que la superación de niveles lineales repletos de retos puede seguir siendo tan entretenida como antaño. Uno de los plataformas 3D más destacables de la época, que entra por los ojos y no deja un segundo para el aburrimiento.

Aunque Rayman seguió dejándose ver en Rayman M, un juego de carreras multijugador para PS2 y PC, y en Rayman Advance, una fiel adaptación de la primer aventura del personaje para la pequeña GBA, no fue hasta 2003 cuando Ubisoft lanzó Rayman 3 Hoodlum Havoc para todas las plataformas de nueva generación y portátiles del momento.

La tercera entrega de las aventuras de Rayman vuelve a ser un juego de plataformas en 3 dimensiones, que tiene el handicap de no haber sido supervisado por el creador del personaje, Michel Ancel, que estaba involucrado en el desarrollo de Beyond Good & Evil.

Rayman 3 se desmarca del estilo de cuento de hadas de Rayman 2, y presenta a unos personajes más desenfadados, un argumento repleto de chistes y bromas, y un desarrollo más lineal que en Rayman 2, desapareciendo el mapa que nos permitía elegir fase, y haciendo más incapié en los combates que en los saltos.

Hay 9 grandes fases divididas en varios subniveles, completamente lineales, y sin mapa de por medio: al completar un nivel pasamos sin más al siguiente, previa escena de vídeo. Ésta vez los niveles no son tan imaginativos como en los juegos anteriores, ya que, pese a haber excepciones como el precioso Concilio de las hadas, la mayoría de escenarios son bastante tópicos en el género: montaña nevada, fábrica, bosque, desierto... Cada sección de nivel es más o menos corta, y no muy complicada: no hay abismos sin fondo, el componente de plataformas se ha reducido bastante en ésta secuela. No faltan los momentos en que tenemos que superar obstáculos o correr para esquivar peligros, pero lo que más vamos a hacer en ésta entrega va a ser combatir, luchar frenéticamente.

Y es que el mundo de Rayman se ha llenado de enemigos. Un maléfico lum oscuro llamado André está corrompiendo a todos los lums del mundo, convirtiéndolos en gamberras bolas peludas como él, y que se están uniendo para formar un ejército que utiliza pieles de animales como atuendo y que se hace llamar los Hoodlums. Rayman y su amigo Globox duermen ajenos a lo que está ocurriendo, pero el problema se va a hacer personal cuando André le roba a Rayman sus manos para después ser tragado accidentalmente por Globox. Así pues, Rayman tendrá que salir corriendo a buscar sus manos y un doctor que ayude a sacar al incordiante André del estómago de su amigo, que le acompañará a lo largo de toda la aventura, para luego descubrir que hay enemigos más poderosos que quieren acabar con ellos y que el destino del mundo está en juego.

Poco después de comenzar el juego recuperamos nuestras manos, y es que Rayman vuelve a utilizar sus puños como ataque principal, como en la primera entrega. Como no puede lanzarlos a tanta distancia como las esferas eléctricas que usaba en Rayman 2, los combates se realizan a corta distancia, de nuevo con un sistema de targeting tipo Zelda para fijar blancos y no perderlos de vista mientras giramos a su alrededor.

Los niveles están repletos de Hoodlums de todo tipo, a saber: soldados rasos, otros que disparan desde la distancia, otros que vuelan... y generalmente hay que derrotar a todos los enemigos para poder avanzar, que se abra una puerta, etc. Podemos cargar nuestro puño para hacer más daño, y uno de los pilares del juego es hacer combos y ganar puntos. Los combos los hacemos acabando con los enemigos lo antes posible, sin dar tiempo a que el contador de puntos desaparezca de la pantalla. El contador de puntos también aparece cuando cogemos algún objeto coleccionable como son las numerosas gemas repartidas por los escenarios, así que para alcanzar las mejores puntuaciones deberemos coger objetos y eliminar enemigos a toda velocidad para no perder el combo, ya que si somos muy habilidosos podemos terminar un nivel en un sólo combo.

Una de las novedades principales de Rayman 3 que también tiene que ver con el sistema de puntuación son las latas de poder, unas latas de detergente de distintos colores que le dan al traje de Rayman nuevos poderes, por un tiempo limitado. Hay poderes como poder volar, convertir nuestras manos en garfios metálicos capaces de enviar descargas eléctricas al rival, poderosos guantes metálicos que duplican nuestra fuerza, o transformar las manos de Rayman en cohetes que podemos dirigir manualmente hasta su objetivo. Éstos poderes son muy útiles en combate, y de vez en cuando también son necesarios para resolver pequeños puzzles (dirigir un cohete hasta un interruptor lejano, romper una puerta de madera con un súper puñetazo...), pero además duplican nuestra puntuación mientras duren los efectos de la habilidad, lo que le da aún más posibilidades al sistema de puntuación: conseguimos una habilidad, la usamos para acabar rápidamente con todos los enemigos que podamos mientras vamos recogiendo todos los ítems que haya repartidos por la sala, buscamos otra lata de habilidad antes de que se terminen los efectos de la que estamos usando, y seguimos avanzando todo lo que podamos por el nivel siguiendo ésta mecánica para procurar no perder el combo.

Y es que los puntos no sólo sirven para mirar satisfechos las tablas de puntuación, sino que permiten desbloquear secretos. Secretos que van desde sketches de humor protagonizados por los Hoodlums, hasta una versión en 3D de una fase del primer Rayman, incluso un shooter en primera persona protagonizado por uno de los jefes finales. Hay mucha variedad, y todos los minijuegos son en general bastante entretenidos. Sin duda el sistema de puntuaciones y recompensas mejora la rejugabilidad del título, que en su modo principal es bastante corto y bien podemos terminarlo en 8-10 horas.

El sistema de vidas está basado en la barra de energía, como en Rayman 2, y la mayoría de enemigos dejan un lum rojo al ser derrotados, ésto sumado a que no hay muchos momentos de peligro de caernos a un abismo o foso de lava y que la mayor parte del tiempo podamos usar powerups, hace que el juego no resulte demasiado complicado. De todas formas, hay una notable variedad de situaciones, la mayoría llenas de humor, como las zonas en las que Rayman patina por unos túneles llenos de luz, color, flores y corazones con música discotequera ochentera de fondo, cuando pilotamos una aeronave junto a Globox, o cuando uno de los pies del personaje (desmembrado, recuerdo) se escapa y tenemos que subirnos encima del otro pie a modo de vehículo para recuperarlo.

Muchos de los mejores momentos de Rayman 3 se viven en los enfrentamientos con los jefes finales, generalmente cómicos, combates que por cierto suben la media de dificultad. Hay momentos estelares como la huída de la bruja ninfómana del pantano (sí, no me lo estoy inventando), Razoff, el cazador que quiere disecar al pobre Rayman, el Hoodlum al que combatimos subidos en unos gigantescos zancos mecánicos...

Gráficamente Rayman 3 luce sólido, especialmente en PC, GCN y Xbox, con un protagonista bien modelado, mucho colorido, aunque no demasiado detalle en las texturas. El framerate es muy estable, lo cual se agradece. En cuanto al apartado sonoro, la música destaca más que la de los juegos anteriores, y tiene temas bastante pegadizos, además de venir doblado al castellano con bastante éxito y sobretodo mucho sentido del humor.


Parece un Rayman 2 más bonito pero el tema de los combos lo cambia todo...

Rayman 3 es un buen juego en general, pero ha perdido parte del componente de habilidad característico en la saga, los escenarios no están tan inspirados como en juegos anteriores, y es un juego bastante más corto y lineal. Aún así, tiene momentos muy divertidos, y el sistema de combos bien puede picarnos para conseguir mejores puntuaciones y desbloquear secretos. Pese a no destacar entre los de su especie como sí hicieron las anteriores entregas, es uno de los pocos juegos de plataformas 3D (y decentes) que han salido en los últimos años.

Pese a que Rayman 3 es la última entrega principal de la saga, no ha sido el último juego del personaje francés en salir a la venta. En Gameboy Advance y N-Gage Rayman 3 se dejó caer en forma de un vistosísimo plataformas 2D con una mecánica muy parecida a la del primer juego de Rayman, con un control fiable, un buen número de niveles muy variados y muchos secretos, con un argumento que mezcla elementos de las dos últimas entregas, y en el que Razorbeard y André regresan como enemigos de Rayman.

También apareció en 2005 para GBA una pseudo-secuela de Hoodlum Havoc llamada Hoodlums Revenge, en forma de aventura con perspectiva isométrica en la que manejábamos tanto a Rayman como a su amigo Globox. Aunque el desarrollo estaba salpicado de puzzles, combates, saltos, y se mantenían los superpoderes de la versión "grande" de Rayman 3, el control y la cámara daban problemas a la hora de jugar. Pasó desapercibido.

Además, Rayman ha protagonizado en PC juegos "educativos" en los que intentaba enseñar a los niños matemáticas y lengua, como Rayman Junior, y también se ha colado en los teléfonos móviles en una versión de Rayman 3 muy entretenida, y protagonizando dos juegos deportivos, Rayman Bowling y Rayman Golf. En 2005, junto con el lanzamiento de la nueva portátil de Nintendo, apareció una adaptación de Rayman 2 para la DS con el ingenioso título de Rayman DS, que usaba la pantalla táctil a modo de joystick. La jugabilidad, y especialmente el control, perdieron bastantes enteros.

Quizás algunos estéis pensando "pero si hay tres Raymen para las consolas de última generación". Mmm, no me convencéis. Los tres Raving Rabbids, aunque tengan el nombre de Rayman delante no sé por qué razón (en la primera entrega era entendible que los conejos locos necesitaran un padrino de renombre para no pasar por un juego de minijuegos más), no tienen del desmembrado más que eso, el nombre y algún guiño más.

Con lo majos que son los conejos y lo bien que han calado sus ¡BLUAAARRRRG! , no comprendo cómo en Ubi se recrean en sacar montones de Imagina ser cualquier cursilada para DS y Wii en lugar de enfrentar a Rayman con los roedores en una aventura plataformera como se merecen. Más aún, cuando para DS, incluso para la ya extinta GBA, las versiones del primer Raving Rabbids adaptan la historia conejil a unas plataformas 2D que no están nada mal.

De todas formas no pierdo la esperanza: la saga de minijuegos, tras tres entregas que ya le han sacado jugo al wiimote, incluso a la báscula del Wii Fit, parece un poco desgastadilla (aunque fijo que lanzan otro compatible con el Remote Plus). Y, precisamente, en las próximas semanas, se celebra el evento UbiDays, donde parece que la desarrolladora va a presentar sus nuevos juegos para este año. Y si con lo que vendió Beyond Good & Evil van a sacar una segunda parte, yo ya me puedo esperar de todo.


1 créditos insertados:

Anónimo dijo...

Buen analisis de la vida de rayman, que tiempos aquellos cuando me pasaba horas jugando a la demo del rayman 1 en mi pentium 120 XD. A ver si hay suerte y nos sorprenden con un rayman de plataforamas como en los viejos tiempos.