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jueves, 4 de diciembre de 2008

Joystick Training




¡Buenas! Soy el doctor Ryuta Kawashima. La gente del Machacándonos me ha pedido que hoy presente yo esta entrada del blog. Que sepáis que hoy jueves, a partir de las 20:15, podréis escuchar un nuevo programa de Machacándonos el Joystick en Onda Expansiva.

Y es que nada mejor que machacárselo bien para afrontar estos días tan fríos, por lo menos menos aquí en Pucela (que tú puedes estar en cualquier sitio, porque nos puedes escuchar desde cualquier parte a través de internet en http://www.joce-valladolid.org/webs/radio.asp). Al menos eso me dicen, porque yo no me puedo machacar nada, sólo soy una cabeza flotante.

Quería proponeros una cosa. No vengo a haceros un test cerebral, doy por hecho que si estáis en este blog y escucháis el programa, sois gente con una edad cerebral muy baja (¡eh! ¡que eso es bueno!).

Quiero que opinéis sobre el programa. Está dando sus primeros pasos [todavía no ha pasado del tutorial, por hacer una metáfora videojueguística (¡je,je, qué agudo soy!)], y vosotros podéis ayudarnos a que el programa sea como queráis. No, no vale quitar secciones de juegos para incluir una sobre webs de féminas desnudas. El programa que vosotros queráis, pero con unos límites.

Ahora mismo MEJ se divide en varias secciones:

-F5 Actualízate (Noticias, vamos)
-Confesiones de un viciado (opinión sobre un juego de actualidad)
-La viuda Negra (la opinión de Rubén sobre un título de PS2)
-La sección de Bárbara (informática, gadgets, software...)
-El último de la estantería (juegos malos, malos...)
-¡Flash! Ahhhh.... (un juego flash que podéis jugar a través de la red)
-La frase videojueguil de la semana (alguna frase curiosa o graciosa de algún juego)

Como véis, un poco de todo, pero la gente del MEJ se deja cosas en el tintero. Reportajes sobre curiosidades, sección de juegos retro, más música de videojuegos, guías, trucos, concursos, retos...

Quieren saber qué secciones os gustan más, cuáles menos, qué cambiaríais, qué no, qué añadiríais, qué opináis de la duración del programa, si se os hace corto o largo...

Para eso están vuestros comentarios, que podéis introducir en la ranura de los créditos. No os cortéis con las críticas, ¡MACHACADLES, igual que hacéis con vuestros joysticks! Que de eso se trata.

Os dejo, que voy a entrenar mi cerebro. Qué queréis, no tengo más partes del cuerpo que entrenar...

3x2=6
8x4=32
6x10=60...

sábado, 22 de noviembre de 2008

La historia (de amor/odio) de mi primer juego: Donkey Kong Land


Hoy voy a hablar de mi primer juego, mi primer juego de consola. La primera vez nunca se olvida, ya sabéis. Y no olvidaré la primera vez que introduje en la ranura mi cartucho color banana de Donkey Kong Land para Game Boy Pocket.

Realmente no fue mi primer juego, ya tenía maquinitas de estas que venden en las tiendas de chinos o regalan de vez en cuando con el menú infantil del Mcdonald's. Bueno, también tenía un Spectrum de mi padre, pero tras ver que, para poder probar un juego nos pasábamos media tarde montando el cableado y otra media viendo rayas de colores y escuchando sonidos estridentes, no volví a llorarle nunca más durante una semana para que sacase el chisme del trastero. También influyó que mi madre había cultivado todos los tópicos sobre videojuegos que rondaban por ahí, y claro, le mosqueaba verme pegado a los ruidos y a las rayas del Spectrum, y sólo le faltaba lanzarse hacia mí para apartarme de la tele al grito de "¡que eso da epilepsia!".

Respecto a las maquinitas, sí, me refiero a esas que son tipo Game & Watch pero sin diversión. Tenía una que se llamaba "Spider-Boy", en el que manejaba a un clon cutre de Spider-Man y sólo tenía que moverme a izquierda y derecha para que golpease automáticamente a los enemigos que se iban acercando por los lados.

Mi madre auguraba que no íbamos a ganar para pilas cuando me la compré, pero se equivocaba, era pequeño, pero no tonto. No quería seguir jugando esas patrañas, no mientras mis amigos ya charlaban sobre Super Mario World, el Zelda de la Súper o sobre la mierda que era Sonic por no poder volar con capa. Yo recuerdo que decía "pero mi consola tiene un teclado para escribir". Qué intento más penoso de integrarme.

Pero bueno, que me desvío del tema, corría el año 1998, estoy casi seguro, y, harto de que para poder jugar a una consola tuviese que pasar la tarde del sábado en el Alcampo, ideé un plan. Se acercaba la comunión de mi hermano, y le convencí para que se pidiese una Game Boy Pocket, que recuerdo que de aquella se anunciaba en la tele con una cadena de montaje en la que metían una Gameboy tocho, la aplastaban varias prensas hasta que quedaba tan pequeñita y mona ella y venía un chaval y se la metía en el bolsillo trasero del pantalón, más cool que nadie.

Mi plan funcionó. Llego el día de la comunión de mi hermano, él, ilusionadísimo (por los regalos, por qué va a ser), y yo, más. Sólo tenía que esperar a que le entregaran los paquetes. Y conseguí alzarme triunfante con esa Game Boy Pocket roja.

Pero no había contado con una cosa: no tenía juego. Es una situación aún más frustrante que ser el único de tu clase que no puede hablar de videojuegos de verdad: tener una consola, pero no tener qué jugar. Y era domingo, todo estaba cerrado, no iba a poder comprar ningún juego. El mundo se me cayó encima. Me pasé la tarde encendiendo la consola, que al no tener juego sólo mostraba un deprimente rectángulo negro donde debía ir la palabra "Nintendo", y machacando los botones imaginando que jugaba a algo. Os aseguro que al día siguiente ya casi había fundido las pilas.

Al día siguiente, más seco que la mojama de tanto llorarle a mis padres, me pasé por el mítico Blockbuster que tenía al lado de casa, 5000 pesetas en ristre, para hacerme con algún juego. Desilusionado, vi que juegos como Donkey Kong Land 3, que se me antojó al ver su anuncio por la tele, con unos chimpancés brincando a ritmo de un marchoso tema de Gary Glitter. Costaban 5990 pesetas. Al haber agotado ya mi reserva de lágrimas, sabía que iba a tener que recurrir a la línea económica, a los dos o tres juegos que tenían apartados del resto. Y ahí estaba él, Donkey Kong Land. Un gorila, un chimpancé con gorra, un cerdito con alas... prometía. Así que me lo llevé, y mientras desenvolvía el juego, no sospechaba que Donkey se iba a convertir, tanto por méritos propios como por tener el honor de ser el anfitrión de mi primer juego "de verdad", en uno de mis personajes favoritos.

Me leí el manual de pé a pá antes que nada, acto que se convirtió casi en un ritual que religiosamente llevo a cabo desde entonces con cada nueva compra. Puse el juego en la consola, ahora ¡SÍ! salía el logo de Nintendo. Mi hermano, al escuchar mi grito de alegría, se acercó y me quitó la maquinita de las manos. Coitus interruptus.

Pero cuando me tocó jugar a mí, me sentí como un domador de circo: yo le decía al mono que hiciese cabriolas, y él las hacía. Estaba en una jungla, cogía plátanos, saltaba sobre reptiles, me subía a lomos de un rinoceronte, rodaba, me caía por barrancos... todo era divertido.

Recuerdo que en la primera fase había una zona de bonus a la que se accedía destruyendo con Rambi el rino una pared de piedra, y aparecías en una zona de ruinas sumergidas de la que tenías que salir nadando mientras cogías bananas. Pues yo, que debía tener pocas luces, no sabía que estaba en una zona sumergida, ni que se podía bucear, movía la cruceta pero el personaje apenas avanzaba, con lo que pensé que era una zona trampa y nunca entraba ahí.

La siguiente pantalla era una de nieve, que recuerdo que tardé en pasarme dos días, porque había algún que otro salto bastante ajustado y siempre me caía. Pero seguí avanzando, al mundo submarino, donde aprendí a bucear por fin, luego al de las cuevas... y en este me detendré, porque el tercer mundo de Donkey Kong Land, el de las cuevas, tiene el peculiar honor de albergar el nivel que más me costó superar en TODA MI HISTORIA CON LOS VIDEOJUEGOS. El temible Doing.

¿Qué es el Doing? Pues es el nombre que le pusimos mi hermano y yo a un nivel en el que estabas sobre las nubes, sobre una pequeña plataforma que se iba moviendo, e iba rebotando contra las paredes, cambiando de rumbo a cada poco. Cada vez que la plataforma chocaba contra una pared y rebotaba, hacía ese sonido de rebote que fue el que dio nombre al nivel, y no sólo eso, también al fenómeno "doing", o ese nivel o zona de los juegos que odias, y que con sólo recordarla ya se te quitan las ganas de volver a rejugar ese juego. Pues bien, cerca del principio del nivel, la plataforma rebotaba contra una pared y retrocedía, una y otra vez, volvía al principio, rebotaba contra el muro del principio, volvía hacia la otra pared, volvía a rebotar... y así me podía pasar horas. No sabía qué hacer.


A algunos les deprime escuchar Hurt de Johnny Cash, a mí esta es la música que más me amedrenta

Hay un video del nivel en Youtube. ¡Y en los comentarios hay uno que dice que tardó casi un año en pasarselo! ¡Mi alma gemela!

Aprovecho para comentaros, no sin cierta vergüenza, que no sé por qué leches tenía en la cabeza que si en un juego te salía la pantalla de "game over" se te borraban todas las partidas. La temía. Así que, en el momento en que perdía mi última vida, apagaba corriendo la consola para salvar mis datos de la quema. No sé cuándo se me quitó esa tontería, pero por su culpa me perdí la molona pantalla de Game Over de DK Land.

Volviendo a ese maldito nivel, tras meses de intentos infructuosos, sin exagerar, lo dí por imposible. Seguí jugando a DK Land, empezando nuevas partidas, pero siempre lo dejaba en el doing. Para mí el juego se acababa ahí, o eso intentaba hacerme creer, mientras miraba, en el manual, babeando, que había un cuarto mundo ambientado en una ciudad que tenía una pinta cojonuda. Nunca la vería.

De hecho, pasó el tiempo, y también me pasé muchos juegos que fueron llegando a mis manos, incluyendo Donkey Kong Land 2 y 3, Super Mario Land 1 y 2, Zelda Link's Awakening... pero seguía sin ser capaz de terminarme el doing. Hasta que, un día, en una de mis sentadas de Donkey Kong Land "empiezo, me llego hasta el doing y me voy a dormir", me dí cuenta de que si saltaba estando encima de la plataforma, cambiaba su rumbo. Y para más inri, me dí cuenta de que había una flechita grabada en la plataforma, que indicaba la dirección en la que iba, y que podías alterar simplemente dando un salto. Lo mío es de juzgado de guardia, lo sé. Salté, reboté, conduje la plataforma por ese laberinto de paredes y nubes, y me pasé ese endemoniado nivel, casi dos años después. Y en esa misma sentada, todo emocionado, y del tirón, me pasé todo el juego. Sí, toda la parte final no me supuso ningún problema, me había pasado el doing, nada podía conmigo. Muy buena toda la zona final, con niveles muy originales como ese en que tienes que usar las letras "KONG" como puentes para seguir avanzando, el de los barriles de gasolina quemada, la lucha final con K.Rool y esa música tan cañera (la banda sonora en general es buenísima)... Inolvidable.

Pues esta es la historia de mi primer juego, uno de mis favoritos, y posiblemente al que le tenga más cariño. Es la historia de mi primera vez, de mi primer amor videojueguil, y como en las buenas historias de amor, hay momentos de felicidad extrema, otros más estables, otros de frustración, incluso de odio, de distanciamiento, pero, al final, al darle otra oportunidad, tras ese reencuentro, consigues dejar atrás los obstáculos y consigues reconciliarte con el dichoso juego.

Tengo que rejugármelo, y vosotros deberíais darle una oportunidad. A ver si sacan una especie de consola virtual para la DS... sería el primero que descargaría.

jueves, 13 de noviembre de 2008

PRESS START


Somos humanos. Tras la semana de castigo jugando al Barbie Horse Adventures y al Superman 64, nos hizo falta otra para recuperarnos.

Pero ya tenemos las pilas cargadas, y hoy miércoles, a partir de las 20:15 horas, empezamos.

Noticias, avances, opiniones, sugerencias, curiosidades... todo sobre el mundillo de los videojuegos, la informática y los gadgets.

Como no nos pagan por esto, no nos cortaremos a la hora de poner a cada juego donde debe estar. Que no están los precios como para comprarse cutreces.

Esperamos tus sugerencias, opiniones, comentarios y demás, porque sin créditos, la máquina no funciona.

http://www.joce-valladolid.org/webs/radio.asp

Machácate el joystick con nosotros, en Onda Expansiva.

martes, 28 de octubre de 2008

Reset

El lunes teníamos que haber empezado el programa. Lo prometimos, y no lo hemos cumplido. Os podríamos decir que ha sido por causas de fuerza mayor, y que quizás cambiemos el día de emisión (probablemente termine siendo todos los jueves a las 20:15). Pero no tenemos excusa.

La semana que viene sí. Sí, que sí. Nada mejor que empezar en noviembre, el mes más potente en cuanto a novedades videojueguiles de todo el año. Estad atentos.

Nosotros ya nos estamos castigando con partidas intensivas al Superman 64, al juego del Neng y al Barbie Horse Adventures.

lunes, 20 de octubre de 2008

Try again...

Teníamos las pizzas, los panchitos, las cocacolas y los joysticks listos para pasar una hora de vicio con vosotros. Pero no sería un programa de videojuegos e informática sin problemas técnicos de última hora. Nos hemos quedado con las ganas.

Pero el próximo lunes no faltaremos. Tenemos una semana más para preparar el mejor programa que podamos, y vosotros para comentar y sugerir lo que os plazca. Y viciar todo lo que los estudios y la vida social os permita.

¡Nos escuchamos!

domingo, 19 de octubre de 2008

Le damos al ON


Mira la cabecera de arriba. Da igual si eres una ciber abuelita de esas que dejan la dentadura en el vaso para pegar tiros con la Xbox, o si eres de los que prefieren jugar al Okami que el Ocalimocho. No importa si eres uno de esos cachas metrosexuales o una de esas atractivas féminas que aparecen, todos vestidos de blanco, en los anuncios de la Wii, o si tus mejores amigos se llaman Mario y Luigi y siempre llevan la misma ropa. Tampoco es importante si todos los fines de semana coges el coche y te lanzas a la carretera sin gastar un euro en gasolina, si tu país favorito para irte de vacaciones es el Reino Champiñón, si tu idea de ir al campo es pasear por Hyrule o si estás forrado y tienes un buen trabajo y te vas a casar... en el Wow.

Incluso si eres un tipo o tipa normal y corriente, y de vez en cuando te apetece echarte unos vicios a la consola. Aquí hay sitio para todos. Da igual la edad (cerebral) que tengas. Lo único que importa es que te guste machacarte bien el joystick.

Machacándonos el joystick es el programa de videojuegos de Onda Expansiva. Hecho por gente a la que le gustan los videojuegos, para tí, que si estás aquí es porque te gustan los videojuegos (o porque pensabas que el título se refería a otra cosa, picarón).

Las últimas noticias del mundillo, reportajes, las opiniones del equipo (Nacho, Rubén y Bárbara) sobre lo último que han jugado o probado, curiosidades, la música que más suena en los salones... recreativos, hardware y software tanto de consolas como de ordenador...

Por cierto, que nos hacen falta créditos para funcionar. ¡Espera! No cierres la ventana, que no me refiero a que tengas que pagar nada... suficiente pasta cuestan ya los juegos. Nos referimos a los comentarios, a tus opiniones, sugerencias, consejos, críticas, quejas... sobre lo que sea. Sobre el programa, el último juego que hayas jugado, un secreto o curiosidad que hayas descubierto, algo sobre lo que te gustaría que habláramos... todo lo tendremos en cuenta.

A las 20:15, todos los lunes, en directo, en Onda Expansiva. Nos puedes escuchar a través de internet siguiendo las instrucciones de este enlace:

http://www.joce-valladolid.org/webs/radio.asp

Pronto nos podrás escuchar también por F.M, abre tus orejas.

Machácate el joystick!